Aún recuerdo las caras de incredulidad cuando contábamos nuestra idea de abrir una clínica de neurorrehabilitación en Riego del Camino. En un pueblo de menos de 100 habitantes, de Zamora, en plena España vacía. ¿Estáis seguras? Lo estábamos.
La ubicación es parte de la misma génesis del proyecto. Queríamos contribuir a dinamizar el mundo rural con un servicio básico y, a la vez especializado, en salud. Y lo queríamos hacer en el pueblo de nuestros ancestros, en nuestra tierra natal.
Emprender en el pueblo también tenía ventajas: un local más económico, menos competencia y la posibilidad de ofrecer a los pacientes un tratamiento y un seguimiento basados en la cercanía. ¡Qué mejor lugar para materializar un sueño!
Dos años después de abrir las puertas de la clínica, hacemos un balance positivo de las experiencias que hemos compartido con nuestros pacientes y de la acogida y confianza que nos han brindado nuestros vecinos.
Hemos centrado nuestra actividad en el tratamiento individualizado de los pacientes, tanto en la clínica como en sus domicilios. Además, ser un equipo de profesionales especializadas en distintas áreas de la salud nos ha permitido estudiar los casos de manera interdisciplinar.
Y ahora, ¡a seguir creciendo! Estamos planeando nuevas actividades en las que el paciente sea parte activa del tratamiento y programas de educación en salud para conseguir este empoderamiento.
Gracias por estos dos años, nos vemos en El árbol de la vida, en nuestras redes sociales (Instagram y Facebook) y también en esta ventana digital, donde iremos publicando novedades.